La planta del calabacín pertenece a la familia de las cucurbitáceas, como la calabaza, melón y sandía. Es una planta de crecimiento muy rápido. Desde su siembra hasta su trasplante, tarda tan solo unos 25 días aproximadamente. No tiene un sistema radicular muy potente, pero es una planta con mucho vigor, con hojas muy grandes que pueden tapar en ocasiones los calabacines.
Tiene dos tipos de flores, una macho y otra hembra, que se distinguen bien porque en la flor hembra podemos ver el calabacín muy pequeñito donde en sus estomas tendrá que ser polinizado por el polen que tiene la flor macho. Esta se distingue por tener un tallo muy alargado. Para tener una buena cosecha, necesitaremos la ayuda de las abejas para que polinicen las flores y crezcan los calabacines. En ocasiones, si no disponemos de abejas en nuestra huerta, podremos polinizarlos nosotros mismos con ayuda de un pincel, cogiendo el polen de las flores macho y polinizando las estomas de las flores de los calabacines.
La plantación de calabacines la podemos escalonar en tres fases: temprano, temporada y tardío.
La planta en plena producción los primeros 20 días nos podrá dar 1 calabacín cada día o 2 días, bajando su producción en adelante, llegando al darnos en su vida de producción de unos 30 a unos 35 calabacines en 60 días.
Hay muchas clases de calabacines. Las más productivas son el calabacín verde y calabacín negro, pero podemos encontrar variedades muy distintas:
Para podar los calabacines, iremos quitando las hojas viejas a medida que la planta crece y vamos cortando los calabacines, ya que su tallo irá creciendo. Si lo hacemos en invernadero, podemos cortar las hojas lo más cerca del tronco de la planta y ayudarnos de una cuerda para entutorar el calabacín en los alambres del invernadero.
Pero si no queremos tener tanto trabajo, tanto en invernadero como en exterior, cortaremos las hojas por la parte de la palmeta o en la punta del tallo, dejando todo el tallo de la hoja que servirá de apoyo a la planta y no quedará tirada en el suelo.
Los calabacines crecen muy rápido, desde que se polinizan en la flor hasta su cosecha puede rondar los 3 o 4 días.
Muchas veces vemos en las plantas de calabacines que tienen calabacines pequeñitos y pasan los días y no crecen. Pensamos que es algún problema de abonado o que la planta tiene alguna enfermedad, pero no es nada de esto. Los calabacines que no crecen se quedan pequeños y cogen un tono oscuro porque no están polinizados.
Esto significa que el polen de la flor macho, que tiene que ir a parar a los estomas de la flor hembra, que es donde está el calabacín pequeñito, no han llegado, es decir, no sido polinizado por ninguna abeja o insecto polinizador.
Si nos pasa con frecuencia es porque no tenemos polinizadores en nuestra huerta. Para remediar esto, podemos polinizar nosotros mismos con un pincel, cogiendo el polen de la flor macho y aplicándolo en los estomas de la flor hembra. Esta labor hay que hacerla por la mañana temprano ya que a media mañana las flores se cierran impidiendo que polinicemos.
Principales plagas del calabacín:
Podemos sembrar los calabacines en bandeja o en siembra directa.
Si vamos a hacer siembra temprana lo haremos en bandeja, ya que las temperaturas son todavía bajas y tendremos que proteger las bandejas en invernadero o en túnel con manta térmica.
Haremos la siembra a mediados de febrero, prepararemos el sustrato de las bandejas con un 70% de turba y 30% de humus de lombriz para aportar nutrientes a la planta el tiempo que esté en la bandeja hasta su trasplante, que durará unos 25 días desde su siembra.
Llenamos las bandejas con el sustrato y hacemos unos agujeros en los alveolos de las bandejas donde sembraremos las semillas y cubriremos con el mismo sustrato. Regaremos con una bandeja, las pondremos en el invernadero o en el túnel e iremos regando según veamos el sustrato, pero sin encharcar, solo que no pierda humedad. Tardarán en germinar de 4 a 5 días.
La siembra directa la podremos hacer cuando las temperaturas sean relativamente altas, a partir de mediados de abril. Podemos poner el día antes en remojo las semillas para que germinen antes, teniendo los surcos ya hechos en la huerta y que la tierra tenga tempero o una humedad óptima.
Enterraremos las semillas de unos 3 a 5 centímetros de profundidad y de 80 centímetros a 1,20 metros de distancia entre semillas sembradas, en unos 5 días según las temperaturas las semillas germinarán.
Si queremos tener calabacín temprano, sembraremos calabacín sobre el 30 de enero, y la planta estará lista para el trasplante el 25 de febrero, que empezaremos a cosechar el 15 de abril. Para cosechar calabacín de temporada, sembraremos sobre el 1 de abril y la planta estará lista el 25 de abril, comenzando a cosechar a últimos de mayo. Con el calabacín tardío sembraremos el 1 de agosto para trasplantar el 20 de agosto y cosechar a últimos de septiembre.
Comenzaremos aportando las enmiendas en la tierra de materia orgánica y dolomita con una labor por medio para no mezclarlos juntos. Estas enmiendas mejorarán el cultivo, ya que el calabacín es muy exigente en materia orgánica y en calcio. Prepararemos la tierra y haremos los surcos, con un marco de plantación de 0,80 metros a 1,20 metros entre plantas y de 1,40 metros a 1,50 metros entre surcos.
Trasplantaremos las plantas y regaremos bien. En unos 7 días cavaremos o binaremos las plantas para oxigenar las raíces y puedan desarrollarse. En el momento que veamos calabacines pequeños empezaremos a regar.
Cuando las plantas empiecen a echar flores tendremos que diferenciar las flores hembras de las flores macho. La flor hembra es la que tiene el calabacín pequeño y la flor macho la que tiene un tallo alargado, que es la que tiene el polen. Si no vemos que en la huerta hay abejas al comienzo de la producción, cogeremos un pincel y polinizaremos los estomas de las flores hembras con el polen de las flores macho que cogeremos con el pincel. Siempre a primera hora de la mañana, ya que al mediodía las flores se cierran y no podremos polinizar.
Esta tarea la dejaremos de hacer cuando veamos abejas en las flores. Si no polinizamos, los calabacines se quedarán pequeños y no crecerán. Cosecharemos los calabacines todos los días si es un cultivo grande y si es un pequeño cultivo cada dos días. El tamaño óptimo para cortar el calabacín en el mercado estará entre 20 y 28 centímetros.
La plaga más común en el calabacín es el pulgón que trataremos una vez por semana con insecticida ecológico. La enfermedad más común es el oídio o cenizo que trataremos para prevenir una vez por semana. Para el abonado extra, abonaremos aminoácidos y ácidos fúlvicos para aportar nitrógeno y materia orgánica una vez por semana, que alternaremos con calcio y potasio para que los calabacines cuajen y engorden bien. Los riegos serán de unas 2 horas cada dos días, dependiendo de nuestra tierra, que iremos observando por si tenemos que regar más o menos.
Empezaremos a regar los calabacines en el momento que veamos calabacines pequeños en la planta, casi diminutos. Comenzaremos con riegos de 1 hora más o menos cada dos días y aumentando a 2 horas en plena producción. Si nuestra tierra es muy seca, tendremos que regar todos los días. Tendremos que observar que la tierra tenga una humedad óptima sin encharcar el terreno. La planta del calabacín es muy exigente en riego, pero no tolera los excesos de humedad.
Como ves, con un proceso bien cuidado el calabacín es una planta muy productiva, nos da mucho a cambio de poco y solo tendremos que mantener un buen control del riego y las plagas para disfrutar de estas plantas en todo su esplendor.
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