Los beneficios de las judías verdes son muchos tanto para la salud de las personas como para enriquecer el suelo de nitrógeno totalmente natural.
La planta de la judía verde es una leguminosa, que se caracteriza por fijar nitrógeno en el suelo. Captan el nitrógeno del aire y lo depositan en la tierra por las raíces, disponible para otras plantas. Por eso, es habitual emplear leguminosas como trébol, veza, guisantes, etc., en los abonos verdes (que consiste en sembrar plantas beneficiosas para el suelo tanto por lo que aportan por sus raíces como su materia vegetal, triturándola en la tierra.
Para plantar judías verdes en macetas, tendremos que preparar un sustrato que drene bien y que no tenga un alto contenido en nitrógeno, ya que la judía es una leguminosa y, por sí misma, fija nitrógeno en el suelo.
Podemos hacer la siembra directa, enterrando la semilla a unos 3 o 4 centímetros de profundidad. Taparemos con el mismo sustrato y regaremos bien. Pondremos la maceta en un lugar con buena temperatura, vigilaremos los 4 o 5 días que tarden en germinar las semillas, que no les falte humedad (sin excedernos, ya que el exceso de agua puede estropear las semillas).
Una vez germinadas, cambiaremos a una zona con buena exposición al sol. En épocas de mucho calor, recogeremos en las horas de temperaturas altas. Les pondremos un tutor, como una caña o tubo, para que la planta pueda trepar y podamos cosechar las judías. Regaremos una vez al día según sus necesidades y aportaremos calcio y potasio para tener una buena cosecha de judías.
Las judías redondas son mata baja, con una amplia variedad como Ariza, Cilena, Cantare, Victoire, Contender, Demeter, Perfección (variedad tardía), y De Metro (este nombre les viene por la longitud de sus judías que pueden llegar a los 50 centímetros de largo, variedad tardía).
Las plagas más comunes de las judías son el pulgón, que podemos controlar con jabón potásico, y la araña roja, que controlaremos con azufre. Estos tratamientos es mejor aplicarlos como preventivo antes de tener el ataque.
Es una planta muy propensa a esta plaga, sobre todo en verano. Puede arrasarnos la cosecha. Plantaremos las judías en la huerta lejos de plantas atractivas para esta plaga como el tomate, berenjena o pepino.
Aplicaremos una vez por semana tratamientos de azufre desde el momento que la planta tenga suficientes hojas para aplicarlo. Es importante limpiar todos los alrededores de la huerta de malas hierbas e incluso aplicar azufre a estas zonas, ya que la araña se refugia esperando el momento de atacar a nuestro cultivo.
Por último, regaremos todas las zonas para que tenga una humedad óptima, sin pasarnos, ya que podríamos tener problemas con el oídio (cenizo). Pero si tenemos algo de humedad, el ataque de la araña roja no será tan fuerte. Si nos fijamos en los meses de otoño cuando hay humedad, vemos que las plantas dejan de sufrir esos ataques tan fuertes.
Podemos entutorar las judías verdes de muchas formas. A diferencia de otras plantas que se entutoran y necesitan de nuestra ayuda, que hay que irlas guiando por el tutor o malla a medida que van creciendo, la judía verde trepa por sí sola sin ningún tipo de ayuda.
La manera más productiva para entutorarlas es con la malla o red, que no es muy cara y podemos encontrar fácilmente en el mercado. También podemos entutorarlas con cuerda que podremos en cada planta. De esta forma, no podremos aprovechar todos los tallos que la planta desarrolle ya que no se puede extender igual que por la malla o red.
Otra forma de entutorarla es con caña. Se puede poner una caña por planta o cruzar varias con una en el medio para que extienda como la red. Hay hortelanos que hacen simbiosis con otras plantas como con el maíz. La planta del maíz le sirve de tutor a la judía, y la judía le aporta nitrógeno a la tierra para el maíz, ya que la judía es una leguminosa.
No es una planta muy exigente en abonado, ya que es una leguminosa y fija el nitrógeno que coge del aire en el suelo siendo asimilable para las plantas. Tampoco es bueno hacer enmiendas con estiércol muy fresco y en grandes cantidades, ya que es una planta con un sistema radicular muy frágil y la podemos quemar.
Bastará con humus de lombriz o compost bien hecho. Aportaremos un abonado rico en potasio y en calcio para un buen desarrollo de las judías.
Ahora ya sabes cómo plantar judías verdes y muchos consejos para que producción sea magnífica y natural.
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