El cultivo del pimiento lo podemos hacer temprano, ya sea en invernadero o túnel con manta térmica.
Nota: el pimiento en invernadero se puede entutorar, y no hace falta que sea una variedad específica; todas las variedades de pimiento se pueden entutorar si se les hace la poda correspondiente. Siempre es mejor en una hilera por surco para que crezca con fuerza.
El marco de plantación está entre 1,4 metros y 1,5 metros entre surco y 0,35 metros y 0,40 metros entre plantas. Si tenemos la posibilidad, pondremos acolchado de plástico biodegradable, ya que en invernadero no podremos hacer labores para eliminar hierbas y tendremos que hacerlo a mano.
Para plantar pimientos en el exterior, los marcos de plantación cambian, ya que aquí podremos hacer labores con maquinaria. Plantaremos entre 0,70 metros y 0,80 metros entre surcos y a 0,35 metros y 0,40 metros entre plantas, donde podremos hacer labores con el tractor o la mula mecánica.
A la hora del trasplante, una vez puesta la planta en el surco, el primer riego es muy importante para que la planta agarre bien. Vigilaremos que la tierra tenga un estado óptimo de humedad y, cuando veamos que la planta ha agarrado, aguantaremos en la medida de lo posible sin regar hasta que veamos pimientos bien cuajados.
Si regamos antes de tiempo, la pimentera abortará las flores y crecerá la mata vegetativamente, produciendo pocos pimientos. Pero si hacemos las cosas bien, aguantando el riego para que la planta haga raíz, tendremos una buena producción.
Comenzaremos a podar las pimenteras una vez la planta tenga un porte entre 30 centímetros y 40 centímetros. Quitaremos todos los brotes y hojas viejas que salgan por debajo de la horca o ramas que marcan como si fuera un arbolito. Una vez tengamos esta forma hecha, pondremos unos hierros o tutores en la misma hilera del pimiento a unos 3 metros o 4 metros.
Iremos atando una cuerda a las dos caras de la pimentera, tensaremos bien y atajaremos entre tutor uniendo las dos cuerdas con una cuerda pequeña haciendo un nudo para que las pimenteras no se vayan hacia los lados. Este trabajo lo iremos realizando a medida que vayan creciendo las pimenteras, pudiendo llegar a los 2 metros de altura.
El abonado del pimiento podremos hacerlo por riego y vía foliar. Por riego, si disponemos de riego por goteo, cuando empecemos con los primeros riegos, la planta está en crecimiento y en producción, ya que el pimiento empieza a producir muy pronto. Le aplicaremos una vez por semana ácidos húmicos y fúlvicos que nos aportarán materia orgánica asimilable por la pimentera y desbloquearán los nutrientes en la tierra haciéndolos disponibles para la planta.
Los abonados foliares también los realizaremos una vez por semana. Estos abonados tienen que ser ricos en potasio para el cuajado y engorde del fruto, aminoácidos con nitrógeno para el crecimiento de la planta y correctores de calcio para el buen desarrollo de los pimientos con temperaturas altas que pueden ocasionar necrosis apical o secado de las puntas de los pimientos.
Las plagas y enfermedades de los pimientos más comunes son:
A la hora de sembrar pimientos, debemos saber que la semilla de esta planta germina muy mal. Por eso, los viveros que se dedican a hacer pimiento utilizan cámaras de germinación donde les dan la temperatura y humedad óptima para que germinen correctamente todas las semillas. Cuando siembran las bandejas, no tapan las semillas con la turba que llenan los alvéolos de las bandejas; la tapan con una capa de vermiculita y perlita, que son unos minerales que retienen el agua, para que la semilla tenga una humedad óptima.
Para nuestra huerta, haremos algo parecido ya que en el mercado podemos encontrar estos productos. Prepararemos el sustrato con un 70% de turba y un 30% de humus de lombriz para que tenga un aporte extra de nutrientes.
Sembraremos las bandejas y taparemos con la vermiculita o perlita y regaremos bien con una regadera. Envolveremos las bandejas apiladas con un plástico negro y las meteremos en el invernadero si tenemos o, si no, en un lugar cálido. Haciendo esta técnica, vigilaremos a partir del tercer día si las semillas han germinado, sin descuidarnos ningún día, ya que si germinan y no tienen luz, las plantas se hilarán quedando con un tallo débil y alargado, no pudiendo aprovechar esta planta.
En el momento que la semilla rompa lo más mínimo, le quitaremos el plástico, dejándolas que den el sol protegidas en el invernadero o en túnel con manta térmica. La planta crecerá y estará lista para su trasplante en unos 60 días o 70 días.
La mejor época para empezar a sembrar pimientos es a partir de últimos de febrero, primeros de marzo en adelante en invernadero o protegido en túnel con manta térmica, ya que a finales de febrero las temperaturas mínimas no son muy bajas y nos permite que las semillas del pimiento germinen mejor.
Los pimientos se pueden cosechar tanto en verde como rojos. Desde el trasplante hasta que empecemos a coger los primeros pimientos verdes pasarán entre unos 70 días y 80 días. Los pimientos rojos necesitarán más tiempo, ya que rojos es su estado natural de maduración, pero su consumo se puede hacer tanto en verde como en rojo.
Ya sabes cómo plantar, cuidar y cosechar pimientos. Superando la primera fase seguro que después obtienes plantas de lo más productivas siguiendo estos consejos.
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